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ESTA NO ES UNA SILLA

 

Ceci n’est pas une chaise nace en el 2017, cuando una revista italiana pide a Giulia Zucca participar al numero dedicado a la Fiera del Mueble de Milan, intitulado La Sedia (La Silla).
Su interés en los temas sociales no le sugiere una imagen de silla como objeto de diseño, sino una asociación de ideas que padece limites idiomáticos y necesita explicación: en italiano una plaza de asiento se llama “posto” (lugar) y un empleo “posto di lavoro” (lugar de trabajo).
Siendo las ferias a gran escalas (Feria del Mueble, Expo, Olimpiadas…) excepcionalmente notas para la explotación laboral legalizada, la artista quizo levantar el problema justo donde surge y usar a la revista como caballo de Troya.
El proyecto es una denuncia disfrazada de editorial de moda, no habla de sillas, pero las representa con las marcas de los asientos, marcas con las cuales también representa las heridas físicas y morales padecidas por una intera generación a causa del modelo de trabajo del nuestro tiempo.
La elección de las luces, de los encuadres y de las poses tienen doble función: llamar la atención de la manada antes de que se entere del tema y hacer referencia a la explotación estetica del cuerpo de la mujer en el entorno de trabajo.
La Traición de las Imágenes de Magritte presta a la obra el titulo del famoso cuadro Ceci n’est pas une pipe; Ceci n’est pas une chaise añade el concepto de traición del lenguaje: dejen ya de llamarlo trabajo, se llama explotación!

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